Desde que tengo memoria, he sido un aficionado empedernido de los Dallas Cowboys. Como un fan joven, nunca he tenido la grandiosa oportunidad de ver a este equipo llegar a una final de conferencia, mucho menos a un Super Bowl.
Las mejores temporadas que he tenido la oportunidad de ver, han sido la del 2014 y la del 2016. La más dolorosa, la del 2015, sin duda. Y aún cuando no se compara con ese año en el que apenas y vimos a Tony Romo en unos cuantos partidos, la temporada del 2017 ha sido muy pesada.
A pesar de que los Cowboys tienen un récord de 5-6 y matemáticamente siguen en la pelea de playoffs, si somos realistas, esta temporada se terminó.
No sólo se trata de las ausencias que ha sufrido este equipo. Tyron Smith, Ezekiel Elliott y Sean Lee han sido jugadores que le han hecho mucha falta a Dallas este año, pero incluso cuando todos estén de vuelta, no creo que este equipo esté listo.
Como después de cada derrota, los aficionados buscamos alguien o algo para depositar la culpa. Y el problema es que mientras unos apuntan a un coach, o a un jugador, se pasa por alto por completo que no es un solo problema.
Lo que ahorita los Cowboys están sufriendo no se le puede culpar a alguien individualmente. Hay muchos problemas que se tienen que solucionar si es que quieren cambiar para competir en el 2018.
No olvidemos que este era un equipo que no sólo se esperaba que iba a ganar su división, pero literalmente era uno de los favoritos para estar en el Super Bowl.
La verdad es que, en este momento los Cowboys son un equipo con demasiadas necesidades que tienen que atender. Y a pesar de que siempre pensamos que los problemas defensivos, entre estas necesidades están las posiciones de receptor abierto y guardia ofensivo.
Así es, aún con Dez Bryant, Cole Beasley y Terrance Williams, urge un receptor que le de una chispa a esta ofensiva que tanto lo necesita. También, por más que duela admitirlo, Jason Witten no será para siempre, e incluso ahora no es lo mismo de antes.
Los Cowboys han confiado mucho en Rico Gathers como prospecto, pero quizá sea hora de buscar a un TE en el Draft.
Dak Prescott no ha sido ideal, pero la verdad es que estos receptores tampoco se están desmarcando. Y sin Ezekiel Elliott, no hay nadie en la ofensiva que las defensivas oponentes teman de verdad.
En cuanto a la defensiva, una semana se ve mucha promesa de parte de la secundaria, y una se ven muy mal. Creo que hay muchos jugadores que serán piezas fundamentales para el crecimiento de esta secundaria, como Jourdan Lewis, pero aún hay mucho camino por recorrer.
Aún con Sean Lee, la posición de linebacker también debería de ser una prioridad. Con 31 años de edad e incontables lesiones, es hora de pensar en la vida sin Lee. Anthony Hitchens ha jugado bien y Jaylon Smith podría llegar a estar listo en algún punto pero definitivamente hace falta adquirir a otro LB para Dallas.
Los defectos no paran aquí, pero creo que es hora de hablar de los entrenadores.
Realmente creo que hemos llegado a un punto en el que estamos viendo los últimos partidos de los Cowboys con Jason Garrett. Con un equipo joven, es muy probable que no volvamos a ver una temporada con tantos problemas en Dallas, y si esta oficina quiere cambiar un poco las cosas, esta es la temporada para deshacerse de Garrett.
Si no, el próximo año tendrán una mejor temporada y de alguna manera se quedarán estancados con Garrett por más tiempo.
Pero siendo el head coach, sigue existiendo una posibilidad de ver a los Jones quedarse con Garrett más tiempo, pero no entiendo como es que podríamos volver a ver a los coordinadores Scott Linehan y Rod Marinelli de vuelta en Dallas.
A pesar de tener bajas muy considerables, en Dallas, los cambios serán necesarios.
Por ahora, sólo queda seguir apoyando al equipo que tanto amamos incondicionalmente.